Estados Unidos quiere ser la primera potencia de coches eléctricos, pero esta ley serviría el liderazgo en bandeja a China
La Ley de Reducción de la Inflación lanzada por el presidente norteamericano Joe Biden, la también llamada Ley IRA, representa el mayor compromiso climático de un país en término de valor. Este programa incluye muchas facetas, entre las que se encuentran las ayudas a la compra de coches eléctricos, tanto nuevos como usados, con ayudas de hasta 4.000 dólares en este último caso.
El multimillonario gasto climático de los Estados Unidos, con una importante partida en créditos fiscales para coches eléctricos, favoreció entre otras cosas el alcance de las ayudas a familias con menos recursos y estableciendo límites a los compradores con altos ingresos.
Pero también, por otro lado pretende favorecer la producción de este tipo de vehículos en suelo norteamericano. Gracias a estas medidas, como recuerdan desde Electrek, se han invertido más de 210.000 millones de dólares en proyectos de fábricas nuevas o en la ampliación de las ya existentes, creando 250.000 puestos de trabajo para vehículos eléctricos.
Estados Unidos cuenta, no obstante, con una gran potencia gracias a Tesla, el mayor fabricante de coches eléctricos a nivel mundial, con su Model Y siendo el coche más vendido a nivel global. Pero la Ley IRA pretende ir más allá, aunque no todos los estamentos políticos del país lo ven de la misma forma. Y es que la oposición, los republicanos, han presentado un proyecto de ley que pretende echar por tierra este programa.
Esta ley fue presentada por el senador republicano John Barrasso, de Wyoming, y fue respaldada por 19 senadores en total, los cuales se apunta que corresponden a estados con una importante fuerza de la industria petrolera. La llamada Ley de Vehículos «ELITE» persigue el objetivo de eliminar los créditos fiscales para la compra de coches eléctricos, tanto los nuevos como los usados, eliminando así gran parte de los beneficios de la Ley IRA.
Según los detractores de esta última ley, la limitación de las ayudas a los compradores de bajos ingresos permitiría que los vehículos eléctricos chinos entren en las fronteras norteamericanas, aunque es sabido que el programa de Joe Biden persigue precisamente lo contrario. De salir adelante una ley así, la cual puede sentar un importante precedente de cara a las próximas elecciones presidenciales en noviembre de 2024, serviría de bandeja todavía más el liderazgo de China en la producción de coches eléctricos.
Los asiáticos llevan la delantera y están aumentando rápidamente las exportaciones en Occidente. El proyecto de ley republicano podría producir el efecto que, supuestamente, ellos defienden, haciendo que los coches eléctricos chinos sean todavía más competitivos. Lo cierto es que allí, en Estados Unidos, la medida está siendo vinculada por los intereses petroleros en los estados y senadores implicados. «Costarle dinero, dañar la salud y entregar las llaves del futuro de la industria automotriz al país al que Estados Unidos considera su principal rival geopolítico», aseguran desde el otro lado del charco.
Fuente | Electrek